El verano, el invierno y la grieta

Estamos tan parados en la grieta que somos incapaces de ver lo que tenemos justo debajo.

Tanta tinta desperdiciada en un extremo o el otro que nos olvidamos que en el medio está lo mejor.

No creo en aquellos que se declaran abiertamente fanáticos del frío invierno, de amar las capas y capas de abrigo. El polémico team invierno.

Solía inclinarme hacia el team verano, el calor, andar ligeros de equipaje, dejar que el solo haga lo suyo, hasta que me abrieron los ojos.

Y es que entre ambas puntas se encuentra lo mejor del año. El otoño dirán algunos, porque en lugares como Mendoza el paisaje se prende fuego con verdes que comienzan a ponerle muy amarillos, pasan a rojos fuertes y mueren marrones.

La postal es tremenda, pero nada tiene que hace con la estación más maravillosa del año, la primavera.

Soy definitivamente team primavera, y los del verano y los del invierno se pueden ir a discutir a otro blog, que en este estamos los que amamos empezar a vestir más liviano, disfrutamos de los primeros calores, sentimos como la vida vuelve a surgir de entre las cenizas del invierno.

Tan buena está la primavera que no puede esperar al 21, se larga antes, porque sabe que la militancia la está esperando. 

Los árboles brotan, aparecen las primeras hojas verdes, las primeras flores, los días se alargan, las noches son frescas. Es primavera y todos lo notamos.

Cómo no me di cuenta antes, las discusiones que me hubiera ahorrado contra los fundamentalistas del invierno. 

Soy team primavera, bienvenida a la mejor estación del año.